El diario íntimo de Milagros

 

Mi hija hoy tiene 26 años, una vida profesional admirable, acciones en una empresa de prestigiosa marca, buenos amigos, y en general, un pasar bastante lujoso. Se fue de nuestra casa a los 20, cuando decidió alquilar un depto con una amiga en la capital. Por ese entonces ella tenía trabajo y excelentes calificaciones en la facultad. Hace dos años que no la veo, aunque siempre nos telefoneamos. Me contó que está saliendo con un chico, pero que nada serio por ahora. La cosa es que, justamente ayer, mientras mi marido veía películas de autos y minas mostrando las tetas con su hermano, yo me puse a ventilar, ordenar y limpiar cosas en la que fue la pieza de nuestra Mily. Ella odiaba que nosotros, sus padres la llamemos así. Tiré un montón de porquerías, empaqué alguna ropa vieja para donarla a un comedor cercano, cambié las cortinas, limpié los vidrios, y no mucho más que eso. Es que, de repente di con una caja adentro del ropero que me llamó la atención. Estaba forrada con un papel llena de corazones y mariposas. Era ancha y petizona, y como la tapa se había estropeado por las polillas o algún bichito de esos la saqué.

Adentro había un par de álbumes de fotos, un libro de cuentos eróticos, algunas cartitas, una revista con juegos de ingenio, y un llamativo cuaderno de tapas duras, que rezaba a su derecha: ¡esta putita soy yo!

El resto del marco se completaba con besitos marcados con labial. Había un pito parado dibujado casi al final del margen, y una fotito de Milagros totalmente desnuda. ¡Cuando lo abrí me quise morir! Era el mismo cuaderno que yo le regalé, diciéndole que desde entonces sería su diario íntimo. No teníamos plata para comprarle esos bonitos cofres decorados, con hojitas perfectas, y una llave dorada como escudo de su privacidad. Ella lo tomó feliz, y lo hizo suyo. Lo tremendo es que, mi hija lo haya convertido en su confesionario sexual, y que haya hecho tamañas cosas. No puedo dejar de leerlo, y juro que no sé con qué ojos podría mirarla cuando nos reencontremos.

Les compartiré algunas de sus páginas, vivencias y fantasías cumplidas, mientras algo parecido a la envidia me recorre todo el cuerpo, por no haber sido yo la protagonista.

15-06-2005… hola! Soy Mily, y desde hoy serás mi mejor amigo, mi confesor y el rinconcito en el que me refugie. Hace 3 meses cumplí 14 años, y gracias a mamá estamos juntos. Siempre soñé con tener mi diario. Pero ella decía que todavía era muy nena para esas cosas. Por eso intenta contentarme con ositos, pinturitas y golosinas. Te cuento que ya no soy virgen, y espero que no te asuste enterarte de eso. ¡Nadie lo sabe!

Así que, espero que nadie te encuentre. Siempre, a las 12 pm voy a contarte de mí, como ahora. Lo de mi virginidad, fue con Mariano, mi vecino de al lado. Realmente no sé bien cómo se dio todo. Yo me hamacaba en la mecedora que el abuelo le regaló a mi viejo comiendo un helado, y ni me fijé que se me veía la bombacha por entre mi pollerita y el abrir y cerrar de mis piernitas. Sé que me dijo algo con cara de baboso. Me chupé un dedito haciéndome la sexy, y enseguida cruzó el tejido alambrado que separa mi patio del suyo.

Me dijo que era preciosa, que le fascinaban mis tetas y me hizo tantear su paquete sobre su short. Me comió la boca, lamió mis orejas y lo dejé que me lleve contra la pared donde me metió su pija deliciosa y chiquita en la vagina para punzar dulce y agitadamente. Me dolió un poquito, pero estaba tan mojada y en llamas que ni siquiera temí por las gotitas de sangre que vi en su glande, cuando después de enchastrarme las piernas y la bombacha con su semen, quiso que se la limpie con la lengua.

Con él nunca más pasó nada. Creo que se cagó por haber desvirgado a una peque. Jijiji!

23-06… holiiiiis! Fue loco lo que me pasó en lo de los abuelos, pero me encantó! Te cuento que antes de lo de Mariano ya era muuuy chancha. Me gustaba ver la cara del abu cuando en la tele desfilaban las modelitos en ropa interior, o la de papi cuando veía esos programas de autos en los que abundan culitos apretados de promotoras, o las de mis compañeros cuando andan alzados con las más grandes, que siempre hacen gimnasia en el patio durante nuestra hora de historia. No sabés cómo se me van los ojos a sus pitos casi perforando sus pantalones!

La cosa es que esa noche, después de ayudar a la abu a levantar la mesa y de llevarle el suple deportivo al abuelo, me fui a la piecita que suele usar cualquier nieto que se quedara a dormir.

Apenas me acosté prendí la tele, y puse Venus. No podía creer lo que veía! Tres negros altos y melenudos se divertían con una rubia tetona con carita de nena. Ella se la mamaba a dos de ellos, y el otro se movía lento pero enfático detrás de la pendeja, clavando su enorme pija en su sexo, teniéndola en cuatro de las caderas, bien afirmadita. Bajé el volumen lo más rápido que pude y, no supe controlar mis ganas de desnudarme entre las sábanas, tocarme toda, oler mi bombacha, lamer mis dedos para rozar mis pezoncitos, frotar mi vagina contra un almohadón ni bien me puse colita para arriba y moverme en la cama, como si alguien abajo mío me la estuviese metiendo. La cama golpeaba la pared que daba al dormitorio de los abuelos, y la abuela me pescó justito. Me destapó bruscamente, y creo que yo me acababa junto al almohadón con mi calzón en la mano mientras ella me decía: ¿Qué estás haciendo cochina? Le voy a contar a tu papá si no te vestís ya y dejás de ver esa porquería!

Me hubiese encantado que mi papi me vea desnudita mirando porno, y no los estúpidos dibujitos!

05-07… hola! Sé que está mal lo que hice porque somos hermanos, pero no pude evitarlo! Le vi la pija a Pablo mientras dormía la siesta, cuando entré a su cuarto a dejarle un diccionario! La tenía dura y medio se le escapaba del bóxer. No podía dejar de mirársela tocándome encima de la calza!

Cuando se la toqué se despertó diciendo: ¡Qué onda pendeja? Andás calentita?!, y junté mi cara a su bulto. Pablo quiso que me fuera, pero apenas se la mordí suavecito con bóxer y todo empujó mi cabeza contra su pubis para fregarse más y más en mi rostro, acelerando su respiración con algo de temor o vergüenza, pero sin dejar de palpar mis senos desnudos.

Cuando no pudo más, me la metió casi toda con una intensa bocanada. Se la envolví con mi saliva y mis gemidos apretados, con lengüetazos imperfectos pero decididos, subiendo y bajando con mi mano por su tronco fibroso para contemplar lo mejor posible su cabecita colorada y llena de su juguito más espeso cada vez. Cuando logré decirle: ¡Dale nenito, acabá en la boquita de tu hermana trolita!, -dejó fluir una cascada de leche sabrosa que congeló por un momento mis ganas de petearlo todo el día, y mientras se levantaba de la cama para buscar una remera, me echaba como a una sucia. Pero no me enojé, porque al fin su verga fue mía de verdad, y no como las veces que entraba al baño después de mí, y se pajeaba sin que yo lo mire, o me apoyaba cuando me lavaba los dientes. Juro que anoche no pegué un ojo soñando con su pene, su olor, sus huevos calientes y el sabor de su lechita! Soy una chancha, y me encanta. Encima mi amiga me dijo que seguro mi hermanito se toca el pito oliendo mis bombachitas sucias. De solo imaginarlo me ponía a mil!

15-07… hola amigo! Creo que cada día estoy más zafadita! Esta última semana, en el cole, anduve sentadita a upa de distintos nenes para sentir en mi cola cómo se les para el pito, moviéndome de a ratos, y aprendiendo a besar con las tranzadas que me pegaban los guachos. Obvio, me re manoseaban las tetas sabiendo que no llevaba corpiño, y, no es por presumir, pero, todos dicen que mis gomas son las mejores del curso. En uno de esos recreos me senté a upa de Bruno, con quien tuve mi primer beso el día de Pascuas, en la puerta de casa cuando vino a traerme unos deberes, para fregarme toda, mientras Guille fundía su lengua con la mía, haciéndome apretarle la pija sobre el jean. Hasta que introdujo mi mano en la oscuridad de su slip y reconocí sus vellos húmedos, la dureza de su pito y sus bolitas. Bruno se puso celoso y me dijo en el oído: ¡Dale nena, tocame la chota a mí también!

No dudé en meter mi otra mano con su ayuda en su pubis, donde su pija permanecía más dura que la de Guille, que no tardó en soltar un chorrito de leche después del último chupón que le di mientras le hacía algo parecido a una paja. Bruno me llevó al baño medio de prepo, me apoyó en la pared y me pidió que lo pajee entretanto me comía la boca sin dejarme respirar, y justo cuando sonó el timbre empecé a sentir que mis dedos se empapaban con su agüita blanca. Menos mal que ninguna profe me vio salir del baño de varones con las manos pegoteadas!

20-07… Heu, hola diario! Nunca te dije como soy físicamente. Por eso voy a pegar dos fotitos mías para que me conozcas. En la primera estoy hecha una princesita, como mami quiere. Pero en la otra estoy en bolas para vos. ¿Viste? Soy rellenita, pecosita, tengo nariz fea, ojos saltones aunque claritos y, entre nosotros, a veces estoy días sin bañarme. Pero mis tetas son la envidia de todas, y todos me las quieren tocar.

Ayer en el cole una guacha de unos 16 me amenazó en el baño con que si volvía a chaparme a su hermano me las iba a quemar. Como me gusta arriesgarme, en el recreo me lo comí delante de ella. No me dijo nada. Pero a la salida me siguió hasta el campito vacío, donde los chicos juegan a la pelota. Me tiró al suelo de un empujón y se me tiró encima para escabullir sus manos por entre mi ropa diciendo furiosa en mi oído:

¡callate putita, y ni se te ocurra gritar… no vuelvas a tocar a maxi… no quiero que te deje preñadita, tetona mugrienta, porque la próxima te violo! Te gusta que una chica te toque la concha?

Todo eso mientras me pellizcaba las nalgas y me pegaba. Mordió dos veces mi nuca y presionó mi vagina encima de mi jogging. Me volvía loca tenerla sobre mí con tanta adrenalina! Tenía ganas de besarla cuando no paraba de mojarme con sus masajes violentos. Pero me dejó allí, juntando uno a uno los botones de mi guardapolvo ni bien le vibró el celu, y me escupió la cara. Cómo me amasó las lolas esa villerita! Igual, por las dudas, Maxi ya fue! Jejeje! Aunque esa también portaba terribles tetotas!

30-07… hola nene! Juro que no sé cómo hacer para concentrarme en el cole, y no pensar en penes y más penes cerca de mi boca! Por eso le pedí a Matías, un pibe de 19 años que venga a mi casa para que me explique unas cosas de química. Siempre fui un queso para números y fórmulas. ¡Además, a un mes de mi cumple tenía que regalarme a ese bomboncito!

Llegó a las 7 con un chocolate y un libro, los que quedaron en la mesa en cuanto empezamos a tranzarnos como locos, apenas mami salió a comprar. Fuimos a mi pieza, le hice unos mimitos con besos en el cuello, el pecho y las orejas, jugué con sus tetillas, y pronto estaba hincada en el suelo con su tremenda pija en la boquita saboreándola como a un chupetín.

De inmediato me dejó en calzones, le dio unos pijazos a mis nalguitas, se devoró mis pezones, abrió el chocolate para ponerme una barra entre mi bombacha y mi conchita, se subió sobre mí con sus bolas grandes contra mi cara y, nos hicimos un 69 que me hizo temblar. Así me explicó que se llamaba, cuando la nena le come el pito al nene, y él la conchita a ella al mismo tiempo.

Hasta que mis flujos, su saliva y el chocolate me lubricaron lo suficiente como para desatarme y cogerlo en una cabalgata ruidosa, húmeda y caliente. Mati boca arriba recibía mi entrega de nena salvaje que le exprimió la verga, hasta que su lechita fue un río en mis entrañas. Apenas me la sacó me preguntó si ya me había venido por primera vez, y le dije que sí, que mañana me venía, y al parecer eso lo puso loquito. Pero no había tiempo para más, porque mami llegó con las cosas del súper. Culpa de esa chanchada papi me regaló una cama nueva, porque la rompimos, y no tenía arreglo!

22-08… uuuuf, cómo estoy amiguito! Te cuento que me calienta mal mi profe de física. Es medio corta mambo y nos da bocha de tarea. Pero yo me hago la tontita para que se haga el enojado conmigo. Todo el tiempo distraigo sus discursos con pavadas, y él me come con los ojos volviéndome loquita! Tarde o temprano sé que me va a llevar a su cama!

Igual, vengo bastante bien. Este sábado me trancé a 3 pibes en el cumple de Maxi, mi mejor amigo, y el sábado anterior en el cumple de una amiga me trancé a 2 más. Ahí un chico me regaló un gancia a cambio de que le muestre el color de mi tanga. No lo hice, pero como andaba bailoteando descontrolada con un vestidito corto pegado al cuerpo se me re veía. Era la primera vez que usaba tanga. Por otro lado, mi hermano sigue alzadito conmigo. Entra a mi cuarto si sabe que me estoy cambiando, me pellizca el culo murmurando cosas por lo bajo, relojea mis tetas desde donde esté, y se toca el pito para que lo mire cuando estamos solos viendo tele, y todo el tiempo me pregunta si tengo novio. Ayer me hice una pajita en el baño oliendo sus calzoncillos, imaginándolo lamiendo mi conchita mientras mami nos miraba desde la puerta.

No sé por qué vivo tan excitada! Me estaré convirtiendo en una ninfómana? Jijiji!

26-08… Hola diario! Hoy tuve que atender el kiosko con mi primo Ariel. Teníamos que cuidar a la abuela que, había tenido un golpe de presión. Íbamos bien, hasta que los juegos de manos y los cruces de miradas, más el calor de la tarde nos pusieron peligrosos. ¡y ni hablar cuando me chuponeó la espalda al descubierto, y me dio un chirlo en el culo diciendo: ¡qué pedazo de orto tenés perra, está que explota!

Yo sentí que me prendía fuego cuando rozó mis pezones con sus dedos mientras me quitaba la musculosita. Así que me la jugué. Lo tiré en el sillón boca arriba, le fregué el culo en la cara, me saqué el short y me dediqué a subir y bajar mis pulsaciones con mi entrepierna pegada a su verga, friccionándome como nunca, ambos todavía con ropa interior. Así logré que el puerquito se derrame toda la lechita en el bóxer. Se lo quité, lo lamí golosa mientras él me pajeaba y me arrodillé para comérsela como una pordiosera, entretanto, algunos timbrazos eran ignorados por nuestros oídos, y él insistía diciendo: ¡Te quiero coger toda pendejita trola!

Pero, justo cuando me senté en sus piernas para llenarme la conchita con su carne y flamear de lujuria, la abuela empezó a respirar raro. Entonces nos apuramos, y en cuanto le apoyé las gomas en el pito me las encremó como solo esa pija gordita y guerrera pudo ser capaz. Bastante bien para un nene de 15 años! Por suerte, lo de la abuela fue un susto nomás. Aunque, si nos veía le daba un infarto!

02-09… ¡hola precioso! Me re contra duele la cabeza, los pies y casi todo el cuerpo! Ayer tuve mi fiestita de 15, y a pesar de eso, te cuento que me las ingenié para tomar la mamadera de los pibitos que se me antojaron.

Primero la de mi primito Andrés, que tiene 22 y se la da de chetito. Me metí con él en el baño, antes de la cena, y directamente le dije que se la quería chupar, y que no podía negarse, porque era mi noche. Se la dejé sequita, y se volvió más loco cuando me vio tragarme su leche.

Después fue la de otro primo, al que hacía bocha no veía. Con él fue más fácil, ya que siempre fue re pegote conmigo, hasta que su familia decidió irse a vivir a otra ciudad. También fue en el baño, y yo lo persuadí con mimitos durante el baile. Cuando le toqué la pija y se la noté re dura me lo llevé, y se la mamé de una. El pibito acabó al toque, ya que su aspecto de adolescente agrandadito no opacaba sus 14 años, pero su lechita me calentó mal.

En el baile andaba con la conchita al aire, porque me saqué la bombacha. Eso fue porque, cuando le hice un pete a mi amigo Nahuel en el cuartito donde hacía unas horas atrás me maquillaban mis tías, mientras yo se la manducaba me pidió que me saque la bombacha, y el pibito me la rompió toda, a la vez que la olía y empezaba a largarme su lechita en los labios.

Eso fue mejor que todos los regalos que me hicieron! Encima, la Flopy me re manoseó las tetas y me dio un piquito. Creo que me re mojé cuando sentí su lengua. ¡Diooooos, fueron muchas emociones! No me quiero levantaaaar! Necesito más lechita de nenes!

15-10… hola che! Hace como un mes que no te cuento nada. Ando medio fiaca. ¿Te acordás lo que pasó con la abuela el día que me quedé a dormir y me pescó viendo porno? Bueno, ayer volví a su casa.

Estuve una semana para que me enseñe a preparar una torta. Solo que también se había quedado mi primo Germán que tiene 25 años, y está riquísimo. Es morocho de ojos claros, bien trabadito, mide 1,90 y es re enojón por nada. Además es policía, y eso me enloquece. Así que después de cenar, mientras el abuelo y Germán hablaban de unos terrenos, y la abuela se tomaba su pastilla para dormir, yo me acostaba en la cama con las tetas al aire, en medias y bombacha. Puse Venus bien bajito para entrar en calor, sabiendo que el primito vendría en breve a descansar al colchón que yo misma armé para él al costado de mi cama. A la hora entró, y asombrado de verme dormida con la sábana cubriendo hasta mi pancita dijo: ¡Apagá eso degenerada, sos muy chiquita paraaa….!

Pero se tragó las palabras. Apagó la tele, donde había una chica en bikini peteando a tres tipos en la playa, cerró la ventana, apagó la luz y lo escuché desvestirse. Pronto sentí sus manazas temblando en mis tetas, sus dedos rozar mis pezones y su voz cerca de mi pelo murmurar: ¡Qué guacha atrevida!

Imaginaba su pija hinchándose en su slip, mientras olía mis pies tras destaparme, luego mis piernas, mi panza, ¡y ni hablar cuando corrió mi calzón hacia mis rodillas! Estuvo hincado en la cama, y me hacía desearlo al oír las sacudidas de su pija, al parecer muy mojada. Además aumentaba su respirar, sus nervios, la velocidad de su mano y mi fiebre, y peor cuando cayó un hilito de baba en mi abdomen. Sé que acabó apenas dijo: ¡esto no puede ser, estoy re loco!, porque quedó rendido en el colchón, y por la forma en la que me subió la bombachita, con todo el cuidado que antes no tuvo.

No sé por qué no se animó a despertarme! Durante el desayuno vi cómo se le paraba cuando me miraba las tetas. Hasta que la abuela me dijo que no podía andar en remeras escotadas sin corpiño!

19-10… ¡hola lindo! ¡te tengo que contar algo súper! Fue en el bondi, viaje de vuelta de una visita guiada que hicimos con el curso al zoológico.

Alexis y Bruno estaban re alzados conmigo y con Brenda. Durante todo el paseo nos tocaban, nos hacían caras de pajeros, a ella le bajaron el jean para pispearle la bombacha, y a mí me volcaron un jugo en la remera, para que se me marquen bien los pezones, ya que me atreví a ir sin corpiño. Pero con el guardapolvo arriba de la remera. Apenas la vieja gritona de geografía logró subirnos al micro, los 4 nos fuimos a los últimos asientos. Los chicos nos hacían tocarles la pija todo el tiempo y nos querían tranzar! La de Alexis estaba muy dura, y eso me animó a pajearlo unos segundos encima de su slip re húmedo. Pronto ella me arrinconó contra la ventana para que me agache un poquito, le sacó la verga afuera a Bruno y me la encajó en la boca diciendo: ¡Dale, mamaselá puta!

Y me acortinaba para que nadie viese nada en absoluto, meneándole la cola a Alexis, y amasándole el pito sobre la ropa. Menos mal que solo había dos profes, y estaban ocupadas con los rebeldes del curso. Yo me mojaba como una tonta lamiendo esa pija, tragando su juguito y besuqueando esos huevos chiquitos pero bien puestos. Hasta que Brenda, no sé cómo hizo pero se sacó la bombacha por debajo de la pollera para tirarla por la ventanilla, y se le sentó a Alexis. Ellos querían que nosotras nos besemos y, creo que la sola idea hizo que Bruno me vuelque su semen dulce en la boca, sin darme otra opción que tragármelo todito. Brenda luego me pidió que se la chupe a Alexis, pero el guacho se acabó encima por todo el franeleo del tremendo culo de mi compañerita en su pija, y se re calentaba cuando él intentaba tocarle la vagina, y ella no lo dejaba. ¡Imaginate lo alzada que estoy ahora nene! ¡no puedo más! ¡quiero pija!

12-11… ¡hola guachis! Hoy ando algo triste! Hace una semana se murió Pompi, mi perrito. El tonto nunca supo cruzar la calle, y mi viejo no se dio cuenta que se había escapado cuando metió el auto en la cochera. Nunca voy a olvidar las veces que mami nos encontraba jugando, él debajo de mis sábanas, lamiendo mi vagina y mi colita, y yo toda desnudita. Tenía 11 años y no sabía lo que hacía, pero me enloquecían esas cosquillitas.

¡che, ayer sorprendí a Pablo con su novia en mi cama! Ella estaba en tetas franeleándolo, y justo cuando entré sin hacer ruido, se bajó el pantalón, como para que él le pegue en el culo. ¡la turra no traía ropa interior! Me hice la ofendida y de un portazo desaparecí, amenazándolos con decirle a mami que violaron mi privacidad. Ella se fue a su casa por el escándalo que armé. Pablo, furioso y cegado, me llevó de los pelos a su cuarto, ni bien nuestra madre salió a la despensa, me pidió explicaciones y me dio una cachetada.

Yo me tiré en su cama a llorar, y él me quitó el short. Me pegó en la cola y dijo: ¡Vos andás buscando que te coja pibita! ¡pero sos muuuy chiquita todavía! ¡si hasta te hacés pis en la cama cuando tenés miedo! ¿O no?

me hizo upa, me desnudó entera, me recostó nuevamente y comenzó a saborear mi cuerpo, desde mis pies hasta mi panza, con besos y lengüetazos de otro mundo. Me olía ágil y nervioso, me asfixiaba algunos instantes con mi remerita, y hasta lamió mi orto virginal. Hurgó con su lengua en mi conchita llena de flujos sabrosos, y me azotó las nalgas con su carne tiesa. Pero pronto me abrió la boca y me dijo: ¡ahora te la vas a comer toda putita! ¡y ojo con decirle a mami, porque si no le cuento lo que vi, y no sé quién pierde más!

Se la chupé como pude, porque él prefirió tomar las riendas y cogerme la boquita, hasta que su leche se escapara de mis labios. ¡Hasta me hizo escupírsela en su boca! Pablo me había visto fumando mariguana con un vecino, y mis viejos no estaban ni ahí con esas sustancias. Si él me delataba, yo estaría en verdaderos problemas. Tendría que olvidarme de reuniones en casa o en la del que sea, del celu, la mensualidad, de comprarme ropa y un sinfín de cosas más. Esa misma noche, por la madrugada, me sorprendió en mi cama diciendo bajito: ¡Dale nena, sacale la leche a tu hermanito, y hacete pichí como te gusta, Dale sucia!

Por la mañana amanecí con los gritos de mami porque se me hacía tarde para ir al cole. Por suerte no me vio toda meada y con la leche de Pablo en las tetas!

20-11… ¡hola amiguiii! No doy más! Hace dos días que estoy en cama con gripe, mareos y una tos espantosa. Pero creo que me voy a curar más rápido, después de la visita de Leo y de Santi. Me trajeron chismes de la escuela. Me hicieron reír mucho! Aparte me prestaron sus carpetas para que pueda hacer los deberes escolares.

Todo iba normal. Hasta que antes de cenar se me ocurrió pedirle a Leo que me alcance una remera del placar para cambiarme la que tenía. Había transpirado mucho por culpa de la fiebre que había tenido por la noche! No quisieron irse. Así que apenas quedé en tetas los dos se me tiraron encima y me las comieron con un deseo voraz, mientras mi manito constataba la erección de sus pijas bajo sus ropas. Hasta que Leo dijo: ¿Querés pija guacha?

Y Santi me destapó descubriéndome en bombacha y zoquetitos. Leo puso un almohadón bajo mi cola, se pajeó contra mis labios y me pidió que se la lama como la puta de su prima, que se había convertido en la novia de Santi. Ese fue el mejor chisme de la tarde! Lo hice gustosa, mientras Santi se pajeaba, masajeaba mi sexo, me estiraba la bombacha y se olía las manos. Pero enseguida mi boca anidaba sedienta sus vergas hinchadas para hacerlos gemir de tantas chupadas, lamidas, mordisquitos en sus bolas, y hasta con pequeñas penetraditas a mi nariz, que deliraba con el olor a macho de Santi especialmente. Me excitaba saber que en la cocina mis viejos y Pablo se alistaban para comer, y yo jugando al doctor con los nenes en mi pieza. ¡jaja!

Leo entonces me puso boca abajo para frotarla en mi cola donde soltó su espesa lechita en medio de un apretado “tomáaaa perrita suciaaa!”, mientras mi jugo inundaba la almohada que se bancaba mis refregadas vaginales como una diosa, con el pito de Santi entrando y saliendo de mi boquita.

Hasta que al fin su lechita recorrió mi garganta, apenas le dije: ¡Dámela toda pendejito alzado!

No hubo tiempo para más jueguitos, porque mami me trajo la comida, y los chicos se fueron. Me quedé con las re ganas de que me coman la conchita! ¡Todo por culpa del olor a pipí de mi bombachita mala! ¡jijiji!

29-11… ¡amiguito! Ayer mis papis me regalaron una fiestita de fin de año con mis compas! Hubo gaseosas, panchitos y música para todos los de mi curso en mi casa! Fue un sábado precioso. Por lo que, decidimos hacerlo en el patio a las 10 de la noche. Los varones vinieron todos, pero chicas, solo Emilia, Lula y Brenda, la dueña de una cola elogiada hasta en silencio por los profesores.

Estuvo genial! Pero cuando mis papis se fueron a dormir a eso de las 2, nosotros bajamos la música y nos pusimos a jugar a una banda de boludeces. Hasta que me devoré 3 salchichas que habían sobrado de una forma sugerente delante de todos, y Mariano dijo que tenía boquita de petera.

No sé qué me pasó. Pero sentí un escalofrío desde mis pies hasta mi abdomen, y necesité apagar el fuego de mi cuerpo, y demostrarle que no solo tenía la boquita de petera. Me tomé un vaso de jugo, me comí otra salchi llena de mayonesa y llamé a Mariano para que me ayude a buscar un arito que se me había caído en el living. Obvio, era mentira. Pero sirvió para meternos al baño, bajarle el pantalón y el calzoncillo, comerle la boca y arrodillarme decidida a chuparle bien la pija, lamiendo sus huevos y deslizando su tronco contra mis labios hirientes de calentura. Pero apenas pelé las gomas y se las refregué en su pene todo babeado, soltó un toco de leche, el que alcancé a saborear cuando se la limpié con la lengüita.

Hice lo mismo con Leandro, Bruno, Alexis y Joel. Yo me quedé en el baño, y ellos por órdenes de Mariano iban entrando de a uno. Todos acababan enseguida, y casi todos sobre mis gomas. Solo con Alexis la pasé mejor, porque se la pude mamar durante largo rato. Acabó cuando le insinué que me moría por morderle la cola a Brenda. Además su pija era más grande que la de los otros. No pude seguir porque, mami justo se levantó a tomar algo en la cocina, y me vio salir del baño en tetas. ¿menos mal que no había ningún chico, y que no se dio cuenta que las tenía todas enlechaditas!

10-12… ¡che pibito! Te cuento que ayer a la noche Brenda se quedó a dormir en casa, porque no fuimos al campamento que organizaba la escuela. No teníamos plata ni ganas. Después de la cena terminamos de ver una peli, y nos fuimos a la cama. Todo estaba raro. Ella se acostó en calzones pero sin taparse en un colchón inflable, invadiendo todo el cuarto con su olor a pata, y yo me acosté al rato, después de darle de comer a los peces.

Apenas lo hice empezamos a reírnos de su aroma, y ella de mi olor a pichí, según ella. Pero, podría tener razón, ya que hacía 5 días que no me bañaba. El tema es que luego hablamos de sexo, y de nuestras aventuras.

¡che nena, nunca espiaste a tus viejos cuando cogen? Yo sí, y aunque no vi mucho me re calentó!, dijo después de ponerse desodorante.

¡no, solo los escuché alguna que otra vez! ¡eeey, vos le chupaste la pija a Alexis? Viste qué rica la tiene?!, dije quitándome el short.

¡obvio nena, y me lo cogí en el baño del cole! ¡A él y a Lucas, el narigón del turno tarde! ¡ese sí tiene una pija de verdad! ¡no sabés cómo garcha!, me confesaba riéndose como si se fuera a desarmar.

¡sos re turra! ¡no sé cómo hacés! Te gusta la pija putita!, dije por decir.

¡obvio mami! ¡pero también me gustaría tener tus tetas perra! ¡son re lindas, re chupables!, me confió, y me ruboricé.

Enseguida agregué casi sin pensarlo: ¡Ay, y a mí ese orto que tenés! ¡los pibes te lo re miran boluda! ¡che, y te cogerías al viejo de lengua?!, dije entre risas y otros halagos a su cola.

¡seeeeéeeee, le re doy, que me parta la concha ese tipo! ¡y, a la de inglés también me la violo toda!, dijo exultante.

¡faaa! Te gustan las chicas?!, dije curiosa.

¡algunas sí! ¡y, vos me volvés loca mamita! Amo tus tetas! ¡me mojo toda en el cole cuando te las miro!, decía mientras se movía y respiraba raro, medio agitada. Después, sólo habló ella, acelerando esos movimientos y haciendo ruidos extraños.

¡che, tu hermanito no está? ¡a ese le quiero sacar la lechita, como lo hiciste vos! ¿o me chamuyaste? ¡aaaah, y también tenemos que chupársela al Hernán, el preceptor! ¡está divino, y siempre se le marca el bulto en el pantalón! ¿Te diste cuenta? ¡uuuuuf, qué calor! ¿vos te morís por cogerte a mi hermanito no? ¡me encantaría encontrarte haciéndole un pete en el living de casa! ¡pero, creo que más me gustaría que tu hermano me haga la cola, mientras vos me chupás la conchita, sucia de mierda, y con esas tetas desnudas!

No me dejaba meter bocado! Luego, una lluvia de jadeos, unos chirlitos y su cuerpo cada vez más inquieto en el colchón, con la luz apagada y una leve brisa que cruzaba la ventana.

¡che tarada, qué estás haciendo?!, le pregunté risueña.

¡me estoy pajeando de lo lindo, estoy muy caliente Mily! ¿qué, vos no te pajeás nena?!, dijo con autoridad. Yo no lo hacía a menudo. Pero apenas abrí las piernas y sentí el roce de mi bombacha en la vagina me la saqué para tocarme despacito. De repente, ella fue más rápido que todo. Me la quitó y la olió como a una esencia que le endulzó hasta la voz, y le eclipsó la razón. Tanto que los chasquidos de sus dedos entre sus jugos eran más rápidos, ágiles y ruidosos, como su gemidito amaderado por su asma y sus nalgadas. Yo frotaba la sábana en mi ano, y hundía mi pulgar en mi conchita, envuelta en una sensación que me hizo acabar y explotar cuando ella me tocó las tetas por debajo de la remerita, con su mano temblorosa, húmeda y ardiente, con mi bombacha apretada en sus dientes y su otra mano cogiéndose la conchita.

Acabé apenas dijo: ¡qué tetas hija de puta, y qué rico aroma tiene tu bombachita! ¡dale que acabo, y me hago lesbi para vos perrita!

Luego, un silencio espeso invadió el cuarto, y el sueño no nos dejaba coordinar palabras. Al otro día, cuando me desperté ella se había ido. Creo que le dio vergüenza de calentarse con una chica! ¡jijiji! ¡que la chupe la cabrona!

14-12… ¡eeey, ya te voy a poner un nombre! ¡Te lo prometo!

Te cuento que Brenda ni me mira en el cole. Las 2 fuimos a rendir biología, y nos cruzamos mínimo 3 veces. Pero no me jode.

Igual, ayer a la noche me pasó algo que me da vueltas todo el tiempo. Tipo 2 de la madrugada me desvelé gracias a una sed tremenda. Apenas abrí la puerta escuché los gemidos continuos en la tele, los que supongo que por mi portazo involuntario desaparecieron. Pensé que era Pablo que estaba viendo una porno, y entonces ni me preocupó ir a la cocina en medias y bombacha. Pero cuando casi entro al living, veo la pelada de mi viejo, muy acomodado en el sillón. Me detengo, aunque avanzando lentamente. En la tele una mina chupa 3 pijas bien gruesas y largas. Pijas que nunca vi en mi vida. Papi estaba en cuero, y cuando me acerqué más lo descubrí en bóxer, con la pija gorda, la boca abierta y las manos inciertas. Cuando bajó el volumen, porque hice ruido en el momento que se me cayó un libro mal puesto al apoyarme en la biblioteca, miró hacia atrás, y me vio.

Me dijo compasivo: ¿Qué hacés ahí bebé?

Yo me sonrojé y me hice pis de la vergüenza o del miedo. Pensé en correr, pero él se levantó y me serenó cuando vio que estaba a punto de llorar, y fuimos a mi pieza, donde me sacó las medias, me abrazó mientras me decía: ¡No te asustes! ¡a cualquiera le puede pasar! ¡yo limpio todo, y te juro que no le cuento nada a mami! ¡pero vos sacate la bombachita, date un bañito y acostate! ¡no tenés que andar mirando esas cosas, que son solo para adultos!

Me besó la frente y me dejó sentada en la cama. ¡Perdoname, pero no pude evitar pajearme toda lamiendo mi bombachita, pensando que, cuando mi papi me abrazó su pija hinchada rozó todo mi cuerpito, en especial mi cola!

Igual mi papi no me excita ni ahí. Sólo que me encantó la situación!

17-12… ¡holiis! Desde hoy te vas a llamar Lalo, en honor a mi profe de gimnasia! ¡no sabés cómo se le marca el bulto mientras nos enseña los ejercicios!

Hace unos días me quedé a dormir en la casa de Valeria, una amiga del barrio y de la infancia que antes me cuidaba, cuando era chiquita. Pero creo que nos confundimos, o no sé qué carajo nos pasó. Ni bien ella dormía después de ver una peli de terror, yo temblaba a su lado paralizada, aturdida por el brillo de sus gomas desnudas y su aliento fresco. A todos en el cole les gustaba su perfume, además de sus tetas prodigiosas! No sé por qué lo hice. Le rocé las mejillas, uno de sus pezones, las piernas, y cuando en silencio me senté en la cama para tocar su sexo, se despertó:

¡Eeepaaa, mirala vos a la Mily! ¡Oleme y tocate si te la bancás! ¡No sabía que te calentaban las chicas!, dijo empujando con suavidad mi cabeza a su culote negro. Vale tiene 18 y es re machona. Algo en mi cuerpo me decía que me deje hacer, por lo que entonces, al rato y sin mi permiso, me lamió entera, entre mordidas y cachetaditas. Estiró mis pezones con su boca, hizo un camino de saliva para frotar su cuerpo sobre mí, y mientras decía agitada: ¡Las nenas que duermen con la Vale no usan bombacha! ¡así que sacate todo putita!, colocaba 2 dedos en mi vagina y estimulaba mi clítoris con un tercero. Luego me hizo fregar las tetas y la cola en la cama, y apenas me vio como en 4 sobre su colchón se me abalanzó para cogerme con su arnés para principiantes, según me confió ni bien ese chiche se instaló en mi concha. No paró de moverse, y me cogía riquísimo, arriándome del pelo y hurgando en mi cola con los dedos que luego lamíamos juntas. Me tapaba la boca para que no gima y excitaba mis oídos con su aliento a menta. Hasta que su estruendosa acabada llegó mientras se hacía pis sobre mis nalgas. ¡Esa perrita me hizo acabar muchas veces, y más cuando me juraba: ¡Te voy a partir en 8 putita, te voy a culear toda!

¡Me fascinaba que me hable como un tipo! Aunque, preferí no volver a verla porque, después se puso re densa llamando todos los días a casa. Además me calienta mucho más la pija de verdad! Igual, ahora que lo pienso, si la veo a Brenda por la calle me la violo toda, por calentona! ¡jijijiji!

20-12… ¡Lalito! ¡Falta poco para navidad! No sé mucho qué pedir. En el cole me fue re bien! Así que supongo que mami no me hará problemas si le pido una buena pija con mucha lechita para mi boca golosa, o tal vez dos! Jaja!

Me encantaría tener más culo! Cómo me gusta la cola de la nueva novia de Pablito! Ayer la espié. Estaba en 4 patas sobre la cama de él, con la falda subida, y a mi hermano atrás de ella, pegándole con esa pija que tanto me desespera. Vi todo, hasta cómo después de refregarle los huevos en la cara, la volteó boca arriba, le ubicó su pito entre el corpiño y sus tetas para cogérselas mientras ella trataba de tocarle la puntita con la lengua, y le maquilló hasta los ojitos de semen. Yo me pajeaba pegada al marco de la puerta a medio abrir. Ni notaron que algún gemidito se me escapaba mientras frotaba mi cola en la pared y me cogía la conchita con 2 dedos. Pero mami apareció justo, y me reprendió al encontrarme en plena paja, en calzones y alpargatitas.

¿qué hacés ahí pajerita? No te da vergüenza espiar a tu hermano chancha?!, dijo después de darme una cachetada y llevarme de un brazo a la cama.

No me duele que no me quiera regalar nada para papá Noel. Me jodió más que no me dejara ver cómo le estaba por comer la conchita a esa atorranta!

27-12… ¡neneeee! ¡no sabés la navidad que tuve! ¡Todavía sigo caliente! Mientras todos los niños de la familia abrían sus regalos, los grandes se maravillaban con los fuegos artificiales y los otros tomaban alcohol, se me ocurrió ir a ponerme unos zapatos más cómodos, porque con esos tacos no iba a poder bailar. En el camino, justo me lo encuentro a mi primo Germán, el policía, saliendo del baño, en realidad nos chocamos. Le pedí disculpas, y como se hizo el ofendido le dije que era un maricón. No sé por qué me nació hacerlo.

¿Qué me dijiste pendejita trola?!, me dijo apretándome contra la pared, y me re manoseó las tetas.

¡Eeepaaa, ya te re crecieron guachita!, agregó subiéndome la remera mientras que con la otra mano me tapaba la boca. Como me tiraba el cuerpo encima, no podía zafarme. Le pedí que me suelte. Hasta le mordí una mano. Le dije que estaba enojada con él porque no vino a mis 15, y ahí se ablandó un poco.

¿Y, querés que tu primo te dé su regalito chiquita? ¿Eso es lo que te pasa?, dijo resuelto, llevándome a la pieza de la tía. Siempre pasamos la noche buena en su casa. Entonces, no hizo falta una palabra más. De repente estaba sentada sobre sus piernas, con mi concha saltando sobre su pija, con la bombacha rota y mis tetas siendo ensalivadas por sus labios lujuriosos. Antes, solo le pude dar 2 chupaditas a esa pija llena de juguito, porque después me dio masita sin parar de susurrarme: ¿Querés leche nena? Toda adentro la querés? Estás re loquita? Te gusta la pija? Anduviste tomando alcohol agrandadita?

No sé por qué se fue tan rápido. Nadie nos buscaba. Me largó toda su leche en las tetas ni bien me la sacó de la concha y me arrodilló a lo bruto para que se la mame. Después, en el baile familiar me cansé de manotearle el pito. Aunque también se los toqué al resto de mis primitos. Intenté cogérmelo otra vez, pero no tuve éxito, porque después llegó su novia. Me dejó re loquita cuando me dijo: ¡ni se te ocurra limpiarte la leche de esas tetas guachita!

09-01-2006… ¡nene, ya es año nuevo! Y tengo algo para anotar en tus páginas prohibidas! ¡Jejeje! Fue muy loco! Papi y el tío Carlos hacían un asado en casa. Como mami tenía que atender a los sobrinitos, yo era la encargada de las ensaladas. Pasó que cuando estaba lavando la lechuga en la cocina, siento de repente al tío que me estruja el culo y me dice: ¡qué rica pendeja sos bebé! ¿a vos ya te cogieron! ¿No? ¡A mí me parece que te comiste un par de pitos ya!, y me comió la boca. Apenas se fue con hielo y un cuchillo al patio volví a respirar. Pero me ardía la sangre de calentura. Ese imprevisto me dejó re estúpida!

Seguí con lo mío, y cuando terminé de condimentar todo, fui a mi pieza donde planeaba tocarme un poquito, antes de bañarme y poner la mesa. No podía sentarme con todos así de caliente! Pero el tío Carlos entró cuando todo lo que me cubría era un culote rosa, híper empapado.

¡tío, necesitás algo? ¡me doy un baño y voy, que estoy media sucia!, le anuncié. Pero él me tumbó en la cama deshecha, me besó las piernas con su lengua desaforada y sus jadeos acompañando a sus 45 años de puro fútbol encima. Puso sus manos entre mi cola y mi calzón, me sentó y dijo con autoridad: ¡No hay mucho tiempo cachorra, así que ahora el tío te va a dar la mema chiquita! Te juro que no puedo mirarte así, tan perrita nena!

Peló un tremendo sable de carne, con dos huevos grandes, hinchados y rebeldes, y una cabecita púrpura al borde de inundarme entera. Me trajo de los pelos hacia él, y sin preámbulos la deslizó en mi boca para que mi calor lo haga gemir suave y alerta, para que mi saliva envuelva su piel y se mezcle mundana con su sudor de hombre en celo. No tardó en acabar en toda mi cara, y hasta en el pelo. Lo vi a Pablo a través de mi ventana, haciéndose el boludo, acomodando unas leñas, , justo cuando le lamía los huevos y lo pajeaba. Por momentos creí que estaba alucinando. Pero luego de que en tío me hizo escupirle su leche en mi calzón y enfiló al patio con los ojitos renovados, mi hermano me dijo desde la ventana: ¿Estaba rica la mamadera del tío, peterita de mierda? ¡Ya vamos a hablar de esto!

para mí que se puso celoso el tontito!

22-01… ¡nenito! ¡no sabés la que me mandé ayer a la siesta!

Hace días que chateo por facebook con Luciano, un pibe de unos 19 años, rubio, ojos verdes y futbolista. Sus amigas en las redes son todas guachas tetonas, culonas, preciosas de cara y medias chetonas. Eso me animó a escribirle. Tuvimos una charla re caliente durante la siesta, y entre mensajes, fotos de mis tetas y sus palabras sucias al mic, comencé a pajearme mal. ¡y ni hablar cuando me mostró una foto de su poronga!

Antes de acabarme toda le di la dire de mi casa, y le dije que lo esperaba a las 4, apurada por sus ganas de verme y mi calentura.

Apenas se desconectó, y mi orgasmo hizo vibrar mis sentidos caí en la realidad. ¡Si mis padres o Pablo se enteraban que vendría a casa un desconocido me mataban! Pero, aunque le escribí al Face no pude detener su llegada. Tocó el timbre y lo recibí lo más rápido que pude, cagada de miedo porque estaba en bata de baño y bombacha. Por suerte los viejos mateaban en el patio, y Pablo no estaba. Corrimos a mi cuarto, me comió la boca y las gomas con unos chupones deliciosos mientras nos franeleábamos en la cama, y él me pedía que le presione la pija sobre su short ajustado. ¡Qué culazo tenía ese pendejo por dios! Aunque, era castaño, ojos marrones y, tenía 25 años.

Me zamarreó de un brazo y me dijo: ¡Dale nena, sentate, bajate la tanga y tocate las tetas!

Lo hice, mientras él desenfundaba una verga carnosa, hinchada y gordita, no muy larga, pero con algunos hilitos de jugo alrededor del glande que la hacían brillar, y me la acercó a la cara para sacudirla con energía.

¡Chupala pibita, no sabés lo que me calentás cada vez que te veo en el kiosquito!

Desde que su pene entró a mi boca no pude soltarlo, pues, él sostenía mi cabeza para moverse en mi garganta, me hacía lamer sus pelotas y pegarle en el culo, sin dejar de decir: ¿Tus papitos están en casa putita? ¿Y eso te pone re putona! ¿No?

Pero acabó apurado y nervioso en mi boca, mientras yo eructaba por las arcadas que me regalaban sus atracones, porque justo mi hermano golpeó la puerta diciendo: ¡Mily, compré facturas! ¿Vas a tomar la leche con chocolate?

Le dije que sí, mientras el desconocido se escapaba por la ventana con mi bombacha en el bolsillo, y me juraba que la próxima me iba a coger como me lo merecía. ¡No era Luciano el que me visitó, sino su hermano Ariel, el ferretero baboso del barrio! ¡Igual me hizo gozar como una loca! Encima me duelen los ovarios! Es muy loco, pero a pesar que estoy indispuesta quiero tener una pija adentro! No puedo parar de frotarme! Además, te cuento que Pablo se peleó con su novia. Así que voy a ver si le hago unos mimitos para que se le pase la tristeza, y se le pare un poquito la verga para mí! Jijiji!

26-02… ¡amiguito! Creo que esta vez llegó el momento de despedirnos! Me mandé el moco del año, y no sé cómo voy a enfrentar a mis padres para darles la noticia! Aunque todavía no estoy segura del todo.

Hace una semana Pablo cumplió los 19, y el muy turro me entregó a sus amigos, después de la cena de un sencillo festejo familiar.

Ni bien toda la familia se retiró, comenzaron a caer sus compañeros de curso y otros amigos del barrio para jugar a la Play. Eran 7 en total, y mi estado felino sumado a las sidras que ingerí me tenían presa de una calentura terrible. Eran las 3 de la mañana cuando los viejos ya dormían, y yo salí de la cama en corpiño y bombacha con la excusa de tomar algo, y entonces todos en el living, incluso Pablo clavaron sus ojos en mis tetas y en mi cola. Fumaban mariguana, bebían cerveza a lo tonto y miraban la pantalla repleta de jugadores de las grandes ligas europeas mientras se pasaban fotos de minas comiendo pitos.

Apenas Pablito dijo: ¡Ustedes porque no saben cómo chupa la verga mi hermanita! Tiene una boca apretadita y gime re rico, no Mily?!, me envalentoné y me saqué el corpiño en medio de silbidos y palmas lujuriosas. De repente los 7 me incitaron a fumar, a beber y a pajearlos. No podía negarme. Ese olor a macho alzado me quemaba la cabeza, y saber que mi hermano era parte de ellos me emputecía aún más!

Sus pijas se endurecían, se les humedecía y comenzaban a golpear mi cara, pero ninguno acabó hasta que mi boca se apoderó de la de un tal Brian primero. Ni bien le di una chupada dijo: ¡Ay, no puedo más borreguita, chupala y tragate todo pendeja zorra!, me inundó de leche y quedó extenuado.

Después seguí con los otros, y cuando quise acordar mi cuerpo iba y venía de sus piernas. Todos me frotaban el culo, me chupaban las tetas, me besuqueaban y me usaban para intercambiarse mi conchita y penetrarla un ratito cada uno. Hasta que Pablo me sacó la bombacha y dijo eufórico: ¿Che, les pinta que todos le acabemos en la conchita?

Ahí todo se fue de mambo. Incluso hay muchas cosas que no recuerdo. Pero sé que uno de ellos me hizo la cola mientras se la mamaba a Pablo y a un gordito que tenía la pija más grande que todos. Yo permanecía en el piso y solo sobre mis rodillas, porque, entretanto pajeaba a los demás.

Sé que todos dejaron al menos un lechazo en los adentros de mi vagina, que Pablo me acabó en el culo después de garcharme tirada boca abajo sobre la mesa, y que mi boca se comió todos los demás litros de semen que esos puerquitos me regalaron. También sé que amanecí desnuda, con la bombacha enrollada en la muñeca, toda pegoteada, con olor a pis, a cerveza, con moretones en la piel, con alguna quemadura de faso en los brazos, el pelo hecho un asco y la cola dolorida. Pero lo grave es que me re embarazaron, y no sé cuál de todos esos pitos fue el que me fecundó. Tengo que ir al doctor para que me diga lo que intuyo con toda claridad, pero no me animo.

Después de aquello Pablo se fue a vivir con su novia nueva, la culona que lo engaña todo el tiempo, y a pesar de que Brian me tira onda no quiere nada serio conmigo, en especial por lo de mi bebé.

Mis viejos no saben nada. Así que tengo que esconderte Lalito. Nadie puede enterarse de este secreto. Al menos hasta que encuentre una solución.

No sé cómo voy a hacer con el colegio. Pero, de lo único que estoy segura es que, quiero coger con mi bebito adentro. No sé si podrás entenderme. Pero a veces llego a llorar de las ganas de tener una pija en la boquita o en la conchita! y ahora que la probé por la cola, quiero más! Perdón amigui, pero ya me conocés! ¡vivo re alzadita!     Fin

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