"Otros ratones": Primos engreídos por Sammy

 






 

No sé muy bien qué es lo que sucede cuando hay calentura y miradas entre dos personas que supuestamente no se soportan. Eso mismo vi yo entre mis primos Lucy y Luca.

Somos primos de distintos hermanos. Ellos son hijos de mi tía teresa y de mi tío Flavio. Mis otros tíos también tienen hijos pero, de ellos aun no sé nada. Vaya a saber si hay o no algo.

Las familias siempre suelen reunirse para los cumpleaños y las juntadas importantes. En una de esas, en el festejo de graduación de uno de mis primos mayores, Juansito (sí, es con s, porque a él le gusta la onda de Juanse el cantante de los Ratones Paranoicos), que tiene 28 años, nos juntamos todos, para tirarle huevos y esas cosas. Entre joda y joda, Lucy terminó mojada y yo también.

Te cuento por si no sabés, en Argentina, cuando alguien se recibe académicamente, se le tiran huevos, harina y un líquido violeta. Más agua y otras cosas. Ni que quisiéramos hacer un bizcochuelo con el recién graduado! pero en fin, eso fue lo que pasó.

Intercepté a Luca mirando a Lucía muy, pero muuuuy disimuladamente. Ya que a la tonta de mi prima se le transparentaba el corpiño. Justo se había puesto uno de encaje. ni que supiera! Jajaa!

Le pegué un chistazo y Luca me sacó la lengua. Los tres tenemos la misma edad, 19 años, y siempre hemos sido apegados... Pero jamás pensé que ellos fuesen a tener algo, nunca se les notó (la hicieron para callado). Dentro de nuestra relación he visto que a veces se golpean y se empujan, a mí también. Pero jamás se han tocado ni nada. Digamos… nada evidente, hasta el campamento que realizamos ese fin de año.

Por regalo de recibimiento, a Juansito le obsequiaron un viaje a Bariloche, suertudo el pibe. Su familia no es tan adinerada, como a otros que los mandan a Europa. Así que los primos empacamos y nos fuimos con él. Somos como 22 en total, jajaja bueno che! Somos tantos que no llevo la cuenta exacta (soy maaalaa (léase como lo dice Daniel Rabinovich de Les Luthiers)).

Juansito fue con su novia, así que mucha bola no nos dio. Ellos iban en una super carpa para cuatro con Bety, la novia (alta fiesta se armaron, otro día les cuento esa). Y los demás nos teníamos que hacinar en carpas para tres o cuatro, pero de a cinco. Un lío total, lo normal en viajes de familia (sólo que la mía es un familión).

El primer día, que nos regaló ese viaje, fue super soleado y veraniego. Estábamos en noviembre, bien caluroso, pero piola porque en el camping no había mucha gente. Nos organizamos, algunos fueron a comprar leña, otros la comida, unos hicieron las carpas, otros acomodaron todos los bolsos, el último grupo acomodó sillas, mesitas, heladeritas con birra (lo mejor de la vida), juegos (truco a morir) y el arsenal de snacks y golosinas que acostumbrábamos llevar (lo segundo mejor de la vida). A mí me tocó con el grupo que prepararía la comida, justo con Lucy y Luca, que se peleaban por quien pelaría las papas, porque a ninguno de los dos le gustaba la tarea. En los forcejeos y demás, se rozaban. Andaban de verano. A Lucy se le veían las piernas, los hombros (o sea los brazos completos), y la nuca porque llevaba una colita en el pelo, y Luca vestía de musculosa, malla a la rodilla y ojotas. Digamos que mostraban partes desnudas de sus cuerpos, no la gran cosa, pero los roces son roces, y a mi que no me vengan que no es taaaanto, porque si nos pusiéramos en sus lugares sentiríamos cosas… bah es lo que yo siento (uds. me dirán después si concuerdan o no conmigo).

Todo esto que cuento tiene un por qué. Les recuerdo, mi título dice primos engreídos. Ambos son buenos estudiantes y talentosos en lo suyo. Lucy dibuja muy bien y planea dedicarse al arte y Luca es excelente escritor. Tienen su autoestima personal. No son super lindos los dos, pero se defienden. Lucy es castaña, de ojos marrones y mide 1,60 (la estatura promedio), muy lindos rasgos, caderona y menuda de espalda; y Luca es más alto, de tipo 1.80, moreno, ojos celestes, medio gordito, pesa como 90kilos (una heladera je). De personalidad rara, es medio retraído, por eso las minas no lo miran. Pero, zafa un montón y él sabe que es una especie en extinción jajaja!

Lograron ponerse de acuerdo. Lucy cortó las cebollas y Luca las papas. Yo pelaba zanahorias. Íbamos a hacer un rico guiso. En eso que pelan las verduras, llega corriendo uno de mis primos mayores alertándonos de que Vero se cayó en el camino a la ciudad y se raspó la rodilla. Lucy que es hermana de Vero, salió corriendo, y por acto reflejo Luca salió detrás, ¿por qué lo habrá hecho? Me dejaron sola con la comida, aunque estaba preocupada por Vero.

Pasó un rato y volvieron con la rodilla vendada de Vero y con sus sollozos. Escuchando me enteré de que Lucy y Luca volverían a la ciudad a comprar algunas cosas más para Vero. Luego se llevaron a vero a una de las carpas y se fueron. Otros de mis primos vinieron a ayudarme para retomar las tareas que habían dejado inconclusas, los protagonistas de mi historia.

A los quince minutos les dije a los demás que Lucy olvidó su celular y salí corriendo. Soy curiosa y quería saber que se traían entre manos, o entre otras cosas.

En el camino pensé que estaban tardando mucho, así que aceleré el paso y comencé a buscarlos por todas partes. Hasta que un movimiento fugaz llamó mi atención. Saliendo de la farmacia, Luca agarró a Lucy contra la pared y le encajó un beso, no sólo jugoso, sino con acción sensitiva. Sus manos se posaron sobre uno de sus pechos y la otra sobre una de sus nalgas. La tenía aprisionada fuertemente. Lucy puso una cara de nena violada que sí quiere, el pollo con papas (patita pa ca’, patita pa lla’ y pa pa pa), pero le decía que estaban en un lugar muy iluminado, que era peligroso. Desde mi lugar (me escondí en el marco de una puerta, de esos antiguos que son anchos) podía escuchar y “ver”, poquito, pero nítidamente.

Sentí pasión entre ellos. Algo que jamás había visto, pensado, oído, NADA.

Lucy se reía y lo miraba de forma lasciva, se despegó de la pared y Luca le dio una nalgada pequeña y empezaron a caminar. Me agarró una ansiedad tremenda porque sabía que pegaban la vuelta para el campamento, y yo obviamente no estaba ahí. Corrí como si no hubiera un mañana y me escondí detrás de un árbol que ayudó en el espionaje porque me hacía sombra, amén de que ya caía la tarde. Espié y divisé que caminaban de la mano, me sorprendí, pero no podía seguir allí, así que volví a correr, ahora como alma que hecha el diablo (qué difícil que fue mí vida) y llegué antes. Me hice la que iba al baño y cuando salí, ellos ya habían llegado. Como nadie se percató, si quiera, de que me había ido, no pasó nada.

Cenamos de lo más trancu… ellos, todos ellos. Yo me moría por dentro, entre la ansiedad y la curiosidad me iba a dar una dúo embolia, en la entrepierna y en el cerebro.

Entrada la noche, me tocó dormir en una carpa distinta. A ellos no. Así que me mantuve despierta. Ya que Lucy debía atender a Vero, entonces se quedó más tiempo levantada. Vero, abusando de la atención incondicional de Lu, le pidió algo del pueblo. Quería comer helado. Antojadiza la pendex. Por supuesto Luca se ofreció a acompañarla. (obvio, para hacer algo, de nuevo, en el camino)

Miré por el agujero del cierre de mi carpa cómo se iban, y esperé.

Cuando estaban dormidos los de mi carpa salí a hurtadillas. Y los perseguí nuevamente. Me estaba gustando el voyerismo. Los encontré en el bosque que queda de camino al pueblo. Lucy ya tenía abajo el pantalón. Veía cómo Luca la acariciaba con violencia, y mucha saliva. Tenía unos dedos puestos dentro de su bombacha y los movía frenéticamente. Y con la mano disponible le tapaba la boca. No querían levantar sospecha. Empecé a excitarme mientras los espiaba. Lucy acabó y vi que Luca le sacaba los dedos de la concha y se los llevaba a la boca saboreándolos lentamente. Lucy se subió a medias la ropa y se agachó. No pude ver bien la pija de Luca, pero Lucy se la tragaba toda, porque tenía arcadas. Debió haber sido gruesa, qué delirio. Me moví para tener mejor visión, y la vi, carnosa y venosa. Y sí, si se venían calentando desde la tarde, los dos estaban que explotaban, al igual que yo. Luca le acabó en la boca tras un gemido riquísimo, del cual jamás voy a poder olvidarme, porque sentía que la concha me dolía. No me toqué. Seguí mirando.

La puso contra un árbol y le besó toda la espalda. Lucy respiraba agitada. Quería hablar, pero Luca le seguía tapando la boca. Le bajó un poco más el pantalón y le dio mordiscos en la cola, subió nuevamente hacia su oído y le susurró. Llegué a escuchar solo un fragmento, pero, le confesaba que su piel tenía un sabor dulce y delicado. Se acomodó y se la metió por adelante, pero en esa posición. Quería tocarme, pero debía resistirlo, aunque me doliera, aunque se estaba haciendo extensivo ese dolor/placer hacia mi ano.  ¡Se la estaba cogiendo en mi cara! Tras cada embestida le besaba la piel. Qué excitante y buen amante. Quería ser mi prima. Quería que me tocara y besara así. Los ratones en mi cabeza no soportaron y mis manos comenzaron a tocarme por sí solas. Imaginaba a Luca mordiendo mis pezones y sudando sobre mí. Sus manos sobre mi pecho, mi panza, calientes, fogosas. Su boca en mi concha, en mi clítoris mojado y gordo. Anhelaba que me cogiera de espaldas como a la chanchita de Lucy. Respiraba cada vez más fuerte; salió un gemidito de mi boca, y el hechizo se rompió.

Miré hacia donde estaban ellos y se asustaron. Esa misma sensación hizo que Luca le sacara la pija de la concha a Lucy y le acabara todo en la parte de arriba de la cola. Esa imagen hizo que yo también empezara a acabar. Mi concha se contraía y se dilataba sin parar. Me senté en el suelo, al abrigo de un árbol y me calmé. Ellos se arreglaron y salieron rápido de la escena.

Corrí al campamento alucinada, frenética, extasiada. Me encerré en el baño comunal, abrí el agua y reanudé mi paja pensando en Luca. Esa noche dormí espectacularmente.

A la mañana siguiente, no podía mirarlos a la cara, pero tenía que disimular. Ese día intenté perseguirlos a todos lados, pero esa es otra historia!      Fin

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